A lo largo de nuestra vida, algunos de nosotros interaccionaremos con cientos de personas, otros, los menos, lo harán con miles, y la mayoría pasará en su entorno gran parte
de su trayectoria vital. Ahora imaginemos por un momento que nuestro paso por este mundo, es una excursión en bus: algunos estaremos en nuestro asiento calladitos y atentos
al viaje, otros nos lo pasaremos hablando con el de al lado y ni nos enteraremos si afuera el paisaje es verde o árido como un desierto, otros dormiremos gran parte del viaje y
otros vigilaran al conductor por si él que se duerme es él..... y así somos.... todos diferentes...
¿Cuantas veces os habéis encontrado pensando, en lo que os cuesta comunicaros con algunas personas?
¿O os ha ocurrido que hablando el mismo idioma sentís que no hay manera de entenderos con un compañero, familiar etc?
¿Os habéis parado a pensar alguna vez, porqué hay personas con las que enseguida conectamos y otras con las que nos cuesta un montón?
Todas esas preguntas tienen respuesta si entendemos que cada uno de nosotros somos el producto de una genética, pero también de unas vivencias, de una educación, y de un
entorno...algo así como si nuestro cerebro fuese un ordenador y todo lo que nos ha ido pasando, fueran programas que se han ido instalando a lo largo de nuestra niñez,
adolescencia y etapa adulta, a través de lo que hemos vivido y de como lo hemos vivido, lo que nos han inculcado, como nos han dicho que eramos, si nos han comparado, si nos
han educado potenciando la seguridad en nosotros mismos o bien si ha ocurrido al revés..
Esos programas conforman lo que llamamos nuestro Mapa Mental, es decir nuestra "lupa particular"de ver la realidad, incluso la que nos dice como somos y si somos o
no capaces de hacer esto o aquello... Nuestro filtro, conformado por esos valores y creencias que hacen que dejemos de evolucionar y obremos a veces saboteando nuestro
propio bienestar y el de los que nos rodean.
¿Y sabéis porqué? Porque todo en la vida tiene fecha de caducidad, y lo que nos sirvió en un pasado, puede que ahora ya no lo haga. Esos programas (creencias, actitudes y
hábitos) pueden haber quedado obsoletos: (Si estamos en la era digital" ¿Qué hacemos todavía con carretes de fotos?.... y entonces es cuando nos damos cuenta de que algo no
funciona, que debemos ponernos en acción, partiendo de la posibilidad de salir de nuestro "yo, no puedo, no se, no me atrevo", gris e infeliz, entrando en nuestro"yo soy fuerte,
lo puedo hacer y lo hago" y que está en el camino de lo que quiero conseguir.
Empezamos a replantearnos nuestros valores, y nuestras creencias y algo en nosotros cambia, traspasamos nuestras limitaciones y empezamos ha encontrar otras formas de
comunicarnos, nos ponerme en el lugar de los demás y dejamos de juzgar a los que no son ni piensan como nosotros, entendiendo que hay otros "mapas".
A partir de soltar todo eso, fluimos y somos capaces de ver los aspectos positivos en las vivencias y en las personas y aprendemos a decir las cosas por su nombre y con
asertividad... y solo así es como empezamos a mejorar nuestra vida y nuestras relaciones.
Solo disfrutaremos del viaje si entendemos o dejamos de juzgar la trayectoria y las formas de vivirla de cada uno de nuestros "compañeros"...Solo entonces podremos vivir de
verdad cada momento y nos daremos cuenta de que todo es perfecto.
¡ Haz que tu recorrido haya valido la pena !
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